El estrés es un problema común en la sociedad actual y puede afectar significativamente nuestra salud. Uno de los efectos menos conocidos del estrés es su impacto en la salud dental. El estrés crónico puede llevar a una serie de problemas dentales y bucales que requieren atención profesional.
¿Cómo afecta el estrés a la salud dental?
El estrés puede provocar una serie de problemas dentales y bucales, incluyendo:
- Bruxismo: el estrés puede hacer que apretemos o rechínemos los dientes de manera involuntaria, lo que se conoce como bruxismo. Esto puede causar dolor de mandíbula, dolor de cabeza o nuca y desgaste de los dientes.
- Enfermedad periodontal: el estrés puede afectar el sistema inmunológico, lo que aumenta el riesgo de enfermedad periodontal. La inflamación y el sangrado de las encías pueden ser signos tempranos de esta enfermedad.
- Caries dentales: el estrés puede provocar una disminución en la producción de saliva (que tiene poder desinfectante y remineralizante) , lo que puede llevar a una mayor acumulación de placa y, finalmente, a la formación de caries dentales.
- Úlceras bucales: el estrés también puede aumentar el riesgo de úlceras bucales y herpes labial.
¿Cómo prevenir los problemas dentales relacionados con el estrés?
Es importante manejar el estrés adecuadamente para prevenir los problemas dentales asociados con él. Algunas técnicas efectivas para reducir el estrés incluyen la meditación, el yoga, la terapia cognitivo-conductual y la relajación muscular progresiva.
Además, es importante mantener una buena higiene dental y visitar regularmente a un profesional dental para prevenir problemas dentales y bucales.
Si las técnicas de reducción de stress no acaban de tener éxito será necesario proteger los dientes mediante una férula dental, para evitar el desgaste provocado por el rechinamiento de dientes. El apretamiento dentario provocado por el estrés puede provocar incluso la fractura fatal de algún diente y que deba ser extraído.